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VILLA PARANACITO

VILLA PARANACITO - ENTRE RÍOS- ARGENTINA

medium_costanera_villa_paranacito.jpgEl Padre de las Aguas (Paraná) -como dio en llamarlo el pueblo guaraní- recolecta las aguas de un vasto sector de la América del Sur y las vuelca en el estuario platense formando uno de los deltas más grandes y bellos del planeta.
Esta región se encuentra muy poco habitada y es uno de las reservas de biodiversidad de mayor importancia.
Es allí, en el corazón de esta región donde esta pequeña y pacífica localidad se asienta.

UBICACIÓN
En la República Argentina se destaca la región de la Mesopotamia, una amplia llanura bordeada por los ríos Paraná y Uruguay. Al sur se encuentra la provincia de Entre Ríos en cuya parte sudoeste se comienza a formar el delta del Paraná que abarca unos 19.000 kilómetros cuadrados. El departamento de Islas del Ibicuy se halla enclavado en la parte meridional de esta zona y su cabecera es Villa Paranacito. Las coordenadas son: 33º 42’ 42” latitud Sur y 58º 41’ 44” longitud Oeste.

CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS
medium_don_cova_barco_almacen.jpgnaturaleza.jpgmedium_lancha_de_escuela.jpgTodo el Delta del Paraná y el río de la Plata han sido –hasta hace 6000 años- un fondo marino en que a apenas 8 metros se encuentra arena.
Los restos de materiales aluvionales que aporta toda la cuenca del Plata y arrastran los caudalosos cauces del Paraná y el Uruguay son depositados día a día formando un laberinto de ríos, arroyos y riachos (más de 300) que separan numerosas islas.
El delta sigue creciendo a razón de unos 70 metros anuales aproximadamente y se espera que unos años llegue a la costa de la ciudad de Buenos Aires.
Las islas tienen forma de platos soperos: bordes elevados y centro deprimido. Los lugareños los llaman albardones y esteros respectivamente.
Con un régimen de lluvias moderado (1000 Mm. anuales aproximadamente) y un clima templado cuyas temperaturas extremas varían entre 0º C y 18º C; y 15º C y 38º C en invierno y verano respectivamente el bioma es benigno con el asentamiento humano y favorece una gran diversidad de flora y fauna.
Periódicamente el río tiene repuntes de nivel generados por el fenómeno meteorológico llamado sudestada el cual no perjudica el normal desarrollo de las actividades.
Cada década se producen grandes inundaciones –generalmente asociadas al fenómeno de la Corriente del Niño-; pero los habitantes han aprendido a convivir con ellas.

FLORA Y FAUNA
Carpincho.jpgEn estos vastos humedales la flora y la fauna se desarrollan con facilidad favorecidas por la poca densidad de población; aunque en los últimos años la actividad humana está provocando un serio desequilibro sin que las autoridades presten demasiada atención a este problema.
La vegetación natural se divide según su ubicación: en los albardones se forma un monte bajo y denso denominado monte blanco compuesto por ceibos, sarandíes, curupíes, espinillos y otros árboles de madera blanda y blanca. Se mezclan con ellos innumerables especies de enredaderas y pastos blandos. En los esteros o pajonales una inmensa variedad de plantas y pastos se elevan hasta el metro y medio de altura formando un espeso tejido.
En los ríos navegan llevados por las corrientes plantas acuáticas: camalotes, canutillos, repollitos de agua.
Los mamíferos de la zona son el ciervo de los pantanos (casi extinguido), carpinchos, nutrias, comadrejas, zorros, cuises. No se encuentran jaguaretés desde principios del siglo XX.
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Hay muchos pájaros: zorzales, horneros, calandrias, federales, cardenales, martín pescador, benteveo, gallinetas, garzas, chingolos, golondrinas, tacuaritas, tijereta, que se ofrecen –generosos- a la vista de los visitantes.
La fauna ictícola es rica y variada. Bagres, mojarras, bogas, tarariras, carpas, patíes, armados, surubíes, dorados, pejerreyes y chafalotes son algunas de las especies que pueblan nuestros ríos.
Hay, también, reptiles: culebras de distintas especies. El único ofidio venenoso es la yarará, pero no representa un peligro para las actividades del ser humano. Ranas y sapos encuentran en los humedales un ambiente propicio para su desarrollo. Por las noches ofrecen un concierto que sorprende a quienes sólo conocen los ruidos urbanos.
El hombre ha introducido plantaciones de sauces y álamos que se han desarrollado con muy buen resultado. Hoy la ganadería vacuna está teniendo un gran auge.

POBLACIÓN:
UBICACION.jpgLos habitantes del delta gustamos de llamarnos isleños.
Actualmente Villa Paranacito tiene una población de 2700 personas dentro de la planta urbana. En la zona de islas viven unos 1500 más. Pero en una superficie de 197.000 Has.; eso representa una densidad de población muy baja.
Esto hace que las bellezas naturales no se vean agredidas tan seriamente como en otros lados. Aunque –lamentablemente- ya no podemos calificarlas de intactas.
Las actividades económicas principales están relacionadas con la silvicultura de las salicáceas mencionadas y la ganadería.
Hubo una importante actividad industrial de aserraderos vinculada a la primera. Pero a comienzos del siglo XXI sólo quedan dos en actividad.
Hay dos pequeños astilleros que fabrican las pequeñas embarcaciones imprescindibles para esta región.
Así como mencionamos la ganadería vacuna, se desarrollan otras labores relacionadas con el medio rural: extracción de resaca de río (es una enmienda orgánica para los suelos).
La apicultura no se ha desarrollado en todo su potencial. Mieles de características totalmente orgánicas podrían producirse aprovechando las características de la zona. La extracción de propóleos de altísima calidad es un recurso casi sin explotar.
El turismo es una actividad que está explotándose cada vez con más intensidad aunque aún no cuenta con la infraestructura necesaria para recibir la cantidad y calidad de visitantes que podría recibir.
El comercio, la educación, los servicios públicos y las fuerzas de seguridad ocupan al resto de la población.

HISTORIA

La Esquina. Río Paranacito y Aº La Tinta.jpg

Ocupada por los nativos de América en un primer momento fue tierra que cobijó a la nación charrua y guaraní.
Estos primeros habitantes convivieron pacíficamente en las riberas de las islas. Aún hay sectores donde se atesoran tesoros de estas culturas sin que se los haya estudiado en profundidad.
En la Villa hay un pequeño museo con objetos de estas civilizaciones.
Alejados de los centros urbanos que ocuparon los colonizadores y protegidos por la geografía lograron soportar los embates de la oleada ¿civilizadora?
Debe tenerse en cuenta que las ciudades más cercanas fueron –y lo son aún hoy- Gualeguay y Gualeguaychú ubicadas a 100 Km. de distancia y que ellas fueron fundadas en el año 1783.
El sur de la provincia de Entre Ríos, reparado desde el sur por el cordón de islas, se mantuvo casi inmune a los habitantes de Buenos Aires.
Estos parajes se transformaron en el refugio de cazadores de nutrias y carpinchos que no se acercaban a la ciudad más que ocasionalmente para comerciar.
Muchos de ellos tenían cuentas con la ley o eran desertores de los ejércitos patrios.
parroquia[1].jpgEn los arroyos cercanos al Paraná Guazú operaban contrabandistas y grupos de piratas que asaltaban a los barcos a vela que remontaban con gran dificultad la corriente. La Cojuda era el apodo de una mujer que comandaba una de estas bandas. Hoy hay un arroyo que lleva su nombre.
Para fines del siglo XIX y comienzos del siguiente comenzaron a hacer su primera aparición los europeos. La Gran Guerra aceleró su aparición.
Estos gringos comenzaron a trabajar la tierra. Con un esfuerzo sobrehumano estos verdaderos pioneros fueron convirtiendo inhóspitos parajes en verdaderos vergeles.
Fueron ellos quienes impulsaron las primeras grandes reformas: la gobernación de Entre Ríos se vio obligada a crear la Delegación de Policía, las primeras escuelas a otorgar títulos por las tierras. Oficialmente se considera la fundación de la localidad el día 25 de mayo de 1906. En ese entonces dependía de la jurisdicción de Gualeguaychú.medium_policia.jpg
Estos hombres y mujeres llegaron de todas las latitudes: Alemania, Checoslovaquia, Rumania, Hungría, Siria, España, Italia, Francia, Polonia, Estonia, Lituania, entre otras naciones, aportaron la sangre de sus hijos para formar esta verdadera Babel en que se convirtió Villa Paranacito.
La radicación fue ardua. No debe olvidarse que ellos tuvieron que llegar en barcos: toda la comunicación con el mundo exterior se hacía por vía fluvial.
Conforme la población fue creciendo y asentándose aparecieron servicios de embarcaciones permanentes: las lanchas colectivas de la familia Galofré los comunicaba con el puerto de San Fernando, el Gobernador Laurencena un vapor que hacía viajes periódicos a Gualeguaychú.
Dedicados a la producción de formio (materia prima del hilo zizal), del mimbre, de frutales y –posteriormente- sauces y álamos fueron construyendo sus casas en las costas de los arroyos. Las propiedades se dividían con zanjas. Estos canales cumplían una triple función: límites, riego y entrada y salida de pontones para sacar la madera. Aún se conservan después de casi un siglo: dos metros de ancho, uno de profundidad, perfectamente derechos y todos hechos ¡a pala de mano!
Convivían con los hijos de estas tierras que fueron aceptando que la tierra se fuera parcelando.
Hacia 1937 se abrió la primera senda que los comunicó con el mundo exterior.
Llegaron –o mejor dicho- ellos trajeron los primeros vehículos con motor a explosión, los primeros rudimentarios tractores. Hacia mediados del siglo pasado la isla vivió su verdadero momento de esplendor donde ellos rivalizaban con la mejor producción, con el mejor barco, con la mejor quinta.
Se fundaron el hospital y cooperativas de productores.
Las crecientes y los vaivenes económicos de la Argentina, el aburguesamiento de las generaciones posteriores fueron haciendo perder este impulso progresista.
medium_paranacito1.jpgPero no todo cayó en el abandono; hacia 1971 se cooperativizaron para hacer llegar el primer tendido eléctrico.
En 1978 se inauguró el complejo ferro-vial Unión Nacional que une la localidad de Zárate en la provincia de Buenos Aires con el paraje Brazo Largo en nuestra provincia. Con este logro de la ingeniería se rompió el aislamiento geográfico.
En 1987 se logró la creación del distrito político de Islas del Ibicuy –del cual Villa Paranacito es la cabecera. Con ellos los isleños dejaron de tener que viajar continuamente a Gualeguaychú.
El pueblo conoció los primeros asfaltos, el acceso se fue mejorando, aparecieron las comunicaciones radiales y, más adelante satelitales.
Los vientos son más favorables para las producciones regionales y la Isla no es ajena a este proceso, han llegado los primeros isleños que se han convertido en profesionales con ideas nuevas.
El turismo se está descubriendo como un recurso genuino. Nos estamos preparando para mostrar al mundo las bellezas de nuestro suelo.
A comienzos del tercer milenio tiene la Isla mucho para ofrecer al mundo y sus hijos se disponen a dárselo.

TURISMO
La oferta turística es algo limitada en cuanto a infraestructura.
Hay ciertos servicios que el visitante no podrá hallar en Villa Paranacito, pero la naturaleza se encarga de compensar esas carencias.
Queda claro pues que lo primero que se ofrece son bellezas y paisajes agrestes.
Lo segundo que hallará es una sensación de seguridad: por aquí se pueden dejar las puertas abiertas. Los vecinos nos conocemos y saludamos amablemente y los turistas son bien recibidos.
Las actividades no son muchas, pero todas se relacionan con el placer y el aire libre: la pesca, las actividades náuticas y los recorridos por la isla no deben dejarse de lado.
Es imprescindible dejarse llevar por las sensaciones: la vista, el olfato, el gusto se verán impactados por los fuertes estímulos que nos llegan a cada momento.
El ocio y el descanso para quienes llegan aturdidos de las actividades urbanas renovarán el espíritu del más exigente. Si la provincia de Entre Ríos acuñó el slogan de “todos los verdes” el delta entrerriano puede presumir de ser un compendio de ellos.
A tan sólo 100 kilómetros de Buenos Aires se encontrará con un cielo que plagado de estrellas, el aire puro inundará su cuerpo.
La gastronomía presume de platos típicos de la zona preparados en base a pescados, carnes y otros platos cuyas recetas nos han llegado desde los primeros inmigrantes. Los días que transcurren por aquí no son aptos para hacer régimen.

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En el mes de noviembre -generalmente el segundo fin de semana- hacemos el DESFILE DE CARROZAS NÁUTICAS. Son carrozas alegóricas hechas por los estudiantes e instituciones del pueblo que desfilan de noche por el río Paranacito. Un espectáculo único armado con esfuerzo y mística envidiables.
Si querés saber más te recomendamos CLIQUEAR AQUÍ ó buscar en: www.carrozasnauticas.com.ar y si tenés ganas podrás leer el cuento de mi autoría "El pueblo de los locos lindos" que se refiere al tema (ver categoría RELATOS).
El viajero deberá superar las falencias de las que hicimos mención: hay cajero automático recién desde marzo del 2007, las tarjetas de crédito son casi desconocidas, no todos los comercios abren los feriados, ciertas excursiones o paseos deben programarse con anticipación; pero sin duda este ritmo de vida más pausado y relajado será una vivencia importante en su existencia: quienes conocen este lugar y a sus pobladores difícilmente resistan la tentación de volver.

ESCRIBIR CORREO ELECTRÓNICO A IVY MARAY

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